Queridos hermanos:
De todos son conocidos los momentos graves y difíciles por los que estamos pasando, incluso dolorosos para muchas familias, con seres queridos fallecidos o en las UCI de los hospitales. Además del confinamiento al que estamos sometidos y el Estado de Alerta ampliado por nuestro Gobierno.
Ahora son momentos para la generosidad y la solidaridad; para vivir la fe y en familia la Semana Santa. No digáis que se ha suspendido la Semana Santa, por favor, pues eso no es cierto. Se han suspendido los actos de Cuaresma y los desfiles procesionales. Pero el tiempo litúrgico se lleva a cabo y este año nos tocará vivirlo de otra forma: con un mayor recogimiento, con mayores sentimientos de sentirnos cristianos; con más fe si cabe en Cristo, que en nuestro caso adquiere esa advocación que tanto sentimos nuestra: Jesús de la Misericordia. Sin olvidar a su Santísima Madre, Nuestra Señora del Gran Poder. Y para todo este tiempo litúrgico en gracia de Dios, y más concretamente para nuestro querido Jueves Santo, os invito a acercaros a los Santos Oficios, en su Triduo Pascual, que se retransmitirán por algunos medios de comunicación y así vivir algo distinto y sentir una mayor comunión con nuestros hermanos.
Y, después de asistir con verdadero fervor a la misa de la Cena del Señor, cuando sean las 20,00 horas de ese día, todos juntos recordaremos nuestra Salida Procesional y la vamos a revivir como si estuviésemos allí. Veremos a nuestros nazarenos salir de la iglesia parroquial a la que pertenecemos, y a Jesús y a María, como embocan la gran puerta de la Casa Hermandad al son de la marcha real o del himno nacional. Como desfilamos por las calles de Málaga y visualizaremos nuestro soberbio encierro, sintiendo en nuestras mentes la retreta floreada de los bomberos. Y dos lágrimas resbalarán por nuestras mejillas, como no puede ser de otra forma.
No obstante, me siento particularmente contento, a pesar de todo, pues hasta el momento en que se nos obligó a suspender todas las actividades cuaresmales, estábamos viviendo una gran Cuaresma, de la que nos podemos sentir especialmente orgullosos y satisfechos. Recordaréis que comenzamos con la presentación de nuestro cartel de traslado, obra del gran pintor Pedro Javier Cobos Morales, con una brillante presentación del mismo a cargo de nuestro hermano Francisco Jesús Moreno Flores. Recordaréis la pintura, era la salida de Nuestra Sagrada Titular un sábado de Pasión, a las puertas de su sede canónica y de nuestra Casa Hermandad.
Después de asistir, cada vez más hermanos, a la imposición de las Cenizas, comienzo de nuestra Cuaresma, y de hacer los distintos repartos de túnicas a nazarenos y hombres y mujeres de trono, pudimos celebrar un entrañable Triduo a Nuestros Sagrados Titulares, con la cátedra sagrada en la palabra del Rvdo. Padre D. Juan Antonio Lamarca Carrasco, CMF, y con la participación de nuestro Coro Litúrgico y la coral Santa Cecilia, esta última para la celebración de la misa de Instituto.
Desgraciadamente ahí tuvimos que cortar el resto de eventos que teníamos previsto. Aún así, hemos mantenido algunos actos a través de las redes sociales: un Vía Crucis con estación diaria; un aporte de fotos de la Sagrada Imagen de Nuestro Cristo despojado de su túnica, por parte de todos los hermanos que quisieron, el Domingo de Pasión, sustitutivo en parte de nuestro solemne Besapié; también un recuerdo muy emotivo a Nuestra Señora, a las 20,00 h., del Viernes de Dolores; recopilación de vídeos domésticos de los Traslados anteriores y confección de un vídeo con ellos, emitido también a las 20,00 horas de su Salida, el Sábado de Pasión; unos vídeos muy emotivos que veremos el mismo Jueves Santo a la hora de su salida; el Viernes Santo recordaremos el sobrio y solemne Vía Crucis que nuestro Cristo protagonizó el año pasado en la Catedral; así como cuantas cosas se nos han ido ocurriendo para que sirva de nexo de unión entre nosotros. Así como varias obras solidarias que también hemos podido realizar, en la medida en que este confinamiento nos deja movernos.
No obstante, quiero terminar siendo positivo, debo ser positivo, y desde aquí deciros que esta crisis acabará y que tendremos muchos días por delante para pasar por Su Capilla para rezarles, para pedirles lo que queramos, por nosotros, por nuestras familias, por esos profesionales que han estado ahí luchando por nosotros, y para agradecerles siempre lo mucho que recibimos por Su gracia. Entonces serán tiempos para juntarnos y abrazarnos, y recordar anécdotas, y ponernos a trabajar en el día a día para que la Cuaresma y la Semana Santa y todos los actos del Centenario del próximo año 2021 sea una de las mejores que hayamos vivido. Nos lo merecemos.
Hasta entonces, rezad por todos nosotros y por los que ya no están y porque esta pesadilla acabe pronto. Estoy a vuestra disposición para lo que necesitéis y mi teléfono está siempre abierto y operativo. Recibid un fuerte abrazo en Cristo y en su Santa Madre.
Que Dios os bendiga.
Agustín Soler Gálvez,
Hermano Mayor.