Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
Caes, Señor, por segunda vez. El Vía Crucis nos señala tres caídas en tu caminar hacia el Calvario. Tal vez fueran más.
Caes delante de todos… ¿Cuándo aprenderé yo a no temer el quedar mal ante los demás, por un error, por una equivocación? ¿Cuándo aprenderé que también eso se puede convertir en ofrenda?
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.
c